jueves, 10 de julio de 2008

Cuestión de suerte


Todos los años lo mismo. Casi siempre por esta fecha algún que otro informativo, cuando no todos, se propone y a veces consigue, jod...fastidiarnos unos 5 minutos de nuestro almuerzo o cena con información e imágenes de inmigrantes moribundos arribando a nuestras costas...Probablemente esto suene fatal, y en verdad mi cabreo es conmigo misma y con nadie más, pero sinceramente creo...no que no tengamos corazón y estas cosas nos den igual, pero si que se nos olvida (a mi la primera) demasiado pronto.


Hoy es noticia fresca: 33 inmigrantes exahustos física y mentalmente han podido ser rescatados cerca de las costas de Almería, 3 de ellas mujeres en estado de gestación y un bebé. La mayoría han tenido que ser ingresados, y una de las mujeres ha perdido al bebé que esperaba. Pero lo peor estaba por llegar...cuando han detallado todo lo realmente vivido. Seis días a la deriva porque no tenían suficiente combustible para llegar a ningún lado. 15 personas muertas, entre ellas 9 niños (el mayor de 4 años) de hambre, frío y sed, que sus propias madres se han visto obligadas a tirar por la borda, alguna de ellas, junto a su marido.

Hay que tener muy poca sangre para no sentir como mínimo un escalofrío de solo intentar imaginar lo que debe ser pasar por una experiencia así...pero quién de nosotros se acordará mañana?? Posiblemente muy pocos, y, seamos sinceros: ni tu ni yo estemos entre ellos.


Pero hoy, y sin querer hacer demagogia, (aunque me importe poco si lo hago o no), si me quiero acordar de ellos. Me quiero acordar de todos los que dejan atrás a su familia, a sus amigos, su país, su identidad cultural y sus costumbres, sus recuerdos...todo aquello en definitiva que nos hace ser las personas que somos, por intentar buscarse un futuro mejor para él y para los que deja atrás. Por intentar alcanzar las oportunidades que para la mayoría de nosotros son tan normales que no somos capaces de valorarlas.

Me quiero acordar de mis tías que se fueron a Alemania huyendo del trabajo del campo aquí en Andalucía, y que siguen allí porque sus nietos ya son alemanes.


Me quiero acordar de todos los magrebíes y subsaharianos que pierden todo su dinero y su vida
(no solo la física) para llegar a esta "tierra prometida" y luego son deportados de nuevo a África. Me quiero acordar de todos aquellos a los que cada día me encuentro vendiendo en la calle Tetuán, colocando en el suelo una y otra vez, incansablemente, la manta con su mercancía. Me quiero acordar de los balseros y de los espaldas mojadas, de los exiliados políticos y de los refugiados de guerra.


Y me quiero acordar también de los que se benefician de sus desgracias. De los empresarios que los tratan como animales, manteníendolos en barracones insalubres durante meses y pagándoles una miseria. De los que le venden pasajes con destino al fondo del mar y de los que los dejan a la deriva para que naufraguen. Me quiero acordar de los que engañan a mujeres prometiéndole un trabajo en condiciones en un país rico y luego las mantienen como esclavas y las obligan a prostituirse.

Me quiero acordar de los que firman leyes que permiten que los inmigrantes sean tratados como delincuentes, y sean privados de su libertad...hasta 18 meses...

Y también me quiero acordar de todos los que vivimos en "el primer mundo", con todas nuestra opulencia y derroche, gracias a que todos los demás no tengan absolutamente nada.
Me quiero acordar de todos los que no valoramos la suerte que hemos tenido de haber nacido en un país y en un momento económico e histórico (a pesar de todo) más o menos tranquilo.

Porque al final de todo, tal vez el que tu y yo hayamos nacido aquí y no un poquito más abajo, sea tan solo cuestión de suerte.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

The nice thing with this blog is, its very awsome when it comes to there topic.

Anónimo dijo...

Excelente la narración y la historia, exquisita prosa, felicitaciones!

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