Despedida

Pues si: Noe se nos casaba.
Y había que celebrarlo como Dios manda. No hacía falta "limusinas", ni boy, ni "anti-boy", ni cenas caras con extraños platos con forma de pene, ni bailes guarrones con la futura novia como protagonista...tampoco hacía falta mucha gente. Solo la justa.

Noe, la más pequeña de nosotras era la primera (y no se si última) en pasar por el altar.

Tal vez no recordemos aquella noche del 12 de Mayo como la mejor noche de nuestra vida, tampoco la recordaremos porque el amanecer nos sorprendiera bailando ni nada por el estilo. Pero al menos para mi, fue una noche bonita. Después de mucho tiempo (tal vez años) las cuatro nos íbamos a bailar como en los viejos tiempos. Pero era diferente. Nosotras éramos diferentes y nuestras circunstancias, también. No había prisa, ni teníamos que estar pendiente de nada que no fuera pasarlo bien y reirnos de todo.
Mejor que en los viejos tiempos....¿que no???