jueves, 26 de junio de 2008

Sam Cooke




San Cooke nació el 22 de Enero de 1931 en Clarksdale (Mississippi).

Con solo dos años se trasladaría junto con su familia (sus padres y 7 hermanos más) a Chicago, donde su padre, el reverendo baptista Charles Cooke, dirigiría la iglesia Christ Holinees de dicha ciudad.

Desde muy pequeño, Cooke daría muestras de su talento cantando gospel en la iglesia y más tarde en el grupo "The Singing Children", que formaría junto a 4 de sus hermanos. No sería este el único grupo de gospel del que formaría parte, hasta que en 1956 llegara su primer éxito "Lovable", que editó bajo el pseudónimo de Dale Cooke, para así no "defraudar" a sus seguidores de música gospel, que no estaban muy de acuerdo con que uno de los suyos se dedicara a cantar música profana, y sobre todo, por temor a su padre. Aunque parece ser que su pseudónimo no logró engañar a aquellos que ya lo habían escuchado cantar.



Tras varios vericuetos, logra grabar su primer gran éxito con Keen Records, "You send me", que se mantuvo varias semanas en el número 1 de las listas de éxito de R&B, y otras cuantas en las listas de pop en 1957.

Sam Cooke escribía sus propios temas, algo poco frecuente en los cantantes de R&B de su época. Eso le aportó bastante fama, llegando incluso a crear su propia casa discográfica: SAR Records, convirtiéndose así en el primer cantante negro que lo hiciera.
Y es que con su espléndida voz y su innegable atractivo físico, levantaba pasiones y no solo entre el público de color, sino también entre los blancos, y es que nunca antes hubo un cantante negro que tuviera tanta audiencia blanca, algo que no deja de ser curioso, si tenemos en cuenta que Sam era un importante activista político pro derechos civiles e incluso amigo de Martin Luther King.

Son muchas las canciones que Cooke dejó para la historia. Entre las más conocidas están, junto con la ya nombrada "You Send me", "Only Sexteen", "Bring it on home to me", y dos de mis favoritas: "Twistin' the night away" y "Wonderful World".



Cooke, murió un 11 de Diciembre de 1964 , con tan solo 33 años y en extrañas circunsancias.

Ese 11 de diciembre, Sam se dirigió a casa de su amigo de la infancia Lou Rawls. Cuando Cooke entró en la habitación del bebe de Rawls, el pequeño comenzó a llorar desconsoladamente y su perra, un pastor alemán que siempre dormía bajo la cuna del bebe se levantó y salió de la habitación con la cabeza agachada, según cuenta el propio Rawls. Sam le pidió a su amigo que lo acompañara porque al parecer tenía una entrevista con unos locutores de radio, pero Rawls, al no poder consolar a su pequeño finalmente decidió no ir. Esa sería la última vez que vería a su amigo con vida.

Horas más tardes Sam Cooke moriría tiroteado por la recepcionista de un motel en el que se alojaba. Según cuentan, Cooke entró en el motel acompañado de una chica blanca (otros aseguran que asiática). Minutos después esa chica saldría corriendo de la habitación semidesnuda (otras versiones aseguran que ella salió de la habitación con la ropa de Sam en sus manos, (y tal vez con su cartera) y fue él el que salió semidesnudo corriendo tras ella). Sea como fuere, la recepcionista solo vió una chica corriendo y un negro tras ella, así que ni corta ni perezosa le disparó 3 veces, matándolo al instante. Fué declarada inocente, porque supuestamente actuó en defensa propia.


Su funeral fue digno de un jefe de Estado y su entierro en Los Angeles provocó oleadas de histeria. La comunidad negra no aceptó la versión oficial y los rumores de conspiración perduran hasta hoy día, ya que son muchas las voces que hablan de que Cooke no era muy bien visto en determindado círculos debido a su activismo político.

Lou Rawls cuenta que en una ocasión su abuela le dijo que “los animales y los bebés pueden ver a la muerte” . Cuando Sam entró en aquella habitación la perra huyó y el bebé lloró desconsoladamente. Hoy todavía se pregunta si su amigo seguiría vivo si aquella noche le hubiese acompañado.
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Cooke hizo una versión de “Blowin’ in the wind”, de Bob Dylan, de la que siempre dijo que tenía que haber sido escrita por un negro.

Curiosamente, la que es considerada mejor canción de Sam Cooke y uno de sus mayores éxitos “A change is gonna come” vió la luz después de que falleciera. Según los entendidos, es la canción más difícil y elaborada de Cooke y es la banda sonora con la que creció la siguiente generación negra.


Cuentan que los jóvenes (sobre todo LAS jóvenes) de aquella época, comenzaron a ir a la iglesia sin ser obligados solo por escuchar cantar a Sam Cooke, y que muchas mujeres se desmayaban con solo oirlo.

Yo no llego a tanto, pero escuchar a este hombre siempre es una alegría para el oído y para el espíritu.


1 comentarios:

czar dijo...

HOLA: me gusto mucho tu articulo, sobre San Cooke, a quien considero uno de los mejores artistas del siglo pasado, y sobre todo el legado que dejo a las nuevas generaciones es increible. un gusto
saludos
Pablo Rojas

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