viernes, 28 de noviembre de 2008

F de Falso

Dibujo de los temibles trípodes alienígenas ideados por H.G. Wells
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El pasado 30 de Octubre, se han cumplido 70 años de una de las retransmisiones radiofónicas más famosas de toda la historia. Como seguro ya sabréis se trata de la adaptación que Orson Welles, como maestro de ceremonias y Howard Koch, (que años más tarde escribiría el genial guión de Casablanca) como guionista, hicieran del relato de H.G.Wells “La guerra de los mundos”.

Nadie hubiera creído, en los últimos años del siglo XIX, que a nuestro mundo lo observaban minuciosamente inteligencias mayores que las del hombre, aunque mortales como él; que, mientras los hombres se ocupaban de sus diversos asuntos, alguien los vigilaba y los estudiaba, quizá tan detalladamente como un hombre con un microscopio podría vigilar a las pequeñas criaturas que medran y proliferan en una gota de agua. Con infinita complacencia, los hombres fueron de un lado a otro por el planeta ocupándose de sus pequeños asuntos, seguros de su dominio sobre la materia. Tal vez los microbios que vemos al microscopio hacen lo mismo. Nadie pensó que los mundos más antiguos del espacio pudieran ser fuente de peligro para la humanidad. Sólo pensamos en ellos para desechar la idea de que pudieran albergar vida. Es extraño recordar los hábitos mentales de aquellos días. Cuando mucho, los hombres se imaginaban que en Marte vivían otros hombres, quizá inferiores a ellos y dispuestos a recibir emisarios terrestres. Pero a través de las enormes distancias espaciales, unas mentes que son a las nuestras como las nuestras a las de las bestias, unos intelectos vastos, fríos y crueles, miraban a la Tierra con envidia, y, lenta pero inexorablemente, fraguaron planes contra nosotros. Entonces, a principios del siglo XX, se produjo la gran revelación”.



Orson Welles al frente de los micrófonos de la CBS

Con estas líneas comenzaba H.G. Wells su relato, las mismas con las que aquella noche del 30 de Octubre de 1938 comenzara Orson Welles su retransmisión, después de que un compañero locutor le cediera la palabra, no sin antes anunciar que se trataba de una ficción.

Aún así, mucha gente, no pudo evitar que el pánico se apoderara de ellos pensando que efectivamente los marcianos estaban invadiendo la Tierra, sobre todo porque Welles no se limitó a hacer una simple lectura de la obra literaria sino que “la historia estaba disfrazada de programa musical interrumpido por informes noticiosos de que unos astrónomos acababan de ver unas extrañas explosiones en Marte. Luego un reportero entrevistaba a un astrónomo, que decía que no podía explicar qué estaba pasando. Al rato se veía caer del cielo un meteorito en Nueva Jersey. Después resultaba que era un objeto cilíndrico descomunal. Se reunía mucha gente para verlo hasta que el aparato se abría y del interior salían unas criaturas monstruosas. Se oían gritos, el reportero vociferaba. La atmósfera de la transmisión era de un realismo total. Los que no oyeron el principio del programa pensaron que un ejército marciano estaba invadiendo el mundo”.


Orson Welles, con tan solo 23 años, había sido uno de los pionero en eso que ahora está tan de moda y que se conoce como “falso documental” o “mockumentary”, (“Operación Lune”, “El proyecto de la bruja de Blair”, “Monstruoso”, “REC”…) y que fue un continuo en toda su carrera hasta rematar con una de sus últimas obras cinematográficas tituladas “F de Falso” (1973), donde Welles planteaba la dualidad existente entre la realidad y la ficción y la dificultad para establecer la fina frontera entre ambas.


Cartel de la película "F de Falso"

Si bien es cierto que investigaciones reciente califican más de mito que de realidad, el estado de pánico que se vivió en EEUU aquella famosa noche, no es menos cierto que se cuentan por miles las personas, sobre todo en las zonas de Nueva Yersey y alrededores (que fue donde Welles hace aterrizar a sus marcianos) que creyeron a pie juntillas la recreación dramática y que conocieron el terror en sus propias carnes.

Que Welles fue un genio poca gente lo discute, pero posiblemente la situación política que se vivía en aquel tiempo hizo que esta historia calara más hondo si cabe, ya que no olvidemos que “Un mes antes de la emisión de Welles, en septiembre de 1938, Hitler había enviado tropas alemanas en la frontera con la República Checa. Eran los primeros movimientos hostiles del Führer, que un año después invadiría Polonia. El clima de inquietud y de miedo al otro sirvió para que el cuento funcionara”, lo cual, a mi humilde entender, no hace sino reafirmarnos su genialidad.

El salto del falso documental (al menos de su germen) de la radio a la televisión, se produciría el 1 de Abril de 1957:

"A través de la BBC, el informativo Panorama emite el reportaje "Swiss Spaghetti Harvest". Su presentador, el respetado periodista Richard Dimbleby, explica a los espectadores que este año, gracias al clima y a la erradicación de una epidemia, la cosecha de spaghetti será espléndida en el sur de Suiza. Mientras se nos muestra a unos agricultores recogiendo pasta de los árboles del spaghetti, Dimbleby concluye: “Para los amantes de este plato, no hay nada como unos auténticos spaghetti cultivados en casa”."

Fueron cientos de llamadas y de cartas de los espectadores las recibidas en la BBC para que por favor explicaran dónde y cómo se podían conseguir los árboles suizos de spaguettis, a las que la BBC irónicamente contestó “Pongan un spaghetti en una lata de tomate… y que les vaya bien”.

Evidentemente cualquiera de nosotros, pensaría que hay que ser muy estúpido para creer una cosa así, pero creo que, al menos en este caso, la clave está en el hecho de que sea un reputado periodista de "prensa seria", quién de la noticia.


También podemos pensar que tanto en 1938 como en 1957, la gente aún era muy ingenua, que el mundo aún no estaba tan globalizado y que no tenían al alcance tanta información con la facilidad que la tenemos ahora...sin embargo, aún con estos precedentes y algunos otros aquí obviados por no hacer esto más largo de la cuenta, "en 1998 y con motivo del 60 aniversario de la histórica transmisión de La guerra de los mundos, dos emisoras de radio, una en Portugal y otra en México, emularon a Orson Welles transmitiendo de nuevo una versión contemporánea, con los mismos resultados entre los radioyentes, 60 años después. En México, la emisora de radio XEART, la señal 152 en el estado central de Morelos, fue la que transmitió una de las versiones, producida y adaptada por el divulgador científico mexicano Andrés Eloy Martínez Rojas , con gran éxito. El gobierno de México procedió, ante los rumores generados, a una búsqueda exhaustiva de los restos de un supuesto meteorito"

Otra historia en la que me voy a recrear un poco más es la acontecida en Octubre de 1992, cuando la BBC retransmitió en horario de máxima audiencia el programa "Ghostwatch" conducido por unos reconocidos periodistas británicos: el presentador Michael Parkinson y la reportera Sarah Greene. El programa consistía en la investigación en vivo y en directo y en un formato entonces pionero (tipo Andalucía Directo y programas de telerealidad) de una casa cuyos habitantes estaban sufriendo fenómenos paranormales.


Todo comienza cuando el equipo del programa encabezado por la reportera Sarah Greene visita la casa de Pam Early, una madre soltera y con dos hijos que aseguran llevan tiempo siendo testigos de sucesos paranormales en su hogar, tales como objetos que vuelan solos, ruidos extraños, voces, etc. La madre decide buscar ayuda cuando la hija mayor comienza a ser "atacada por un ente invisible" apareciendo rasguños en su cuerpo. A su vez en el estudio de la BBC el periodista Michael Parkinson está acompañado de varios "expertos en parapsicología" y sucesos paranormales.

Lo que en principio no es más que un reportaje en vivo, empieza a asustar en el momento en que el propio equipo de reporteros comienza a ser testigos de ruidos extraños. Sin embargo, poco después descubren que es una las hijas la que está produciendo esos ruídos y concluyen por tanto que todo es un fraude, con el consiguiente "sonrojo" de parte del equipo que se había sentido engañado por una niña.

Cuando parece que todo se ha aclarado comienzan a ocurrir los hechos realmente extraños: ante los atónitos ojos de los reporteros y de las miles de personas que estaban siguiendo el programa en directo por la tv, aparecen en las paredes de la casa arañazos y una gran mancha en la alfombra. La madre, Pam Early comienza a relatar que el antiguo morador de esa casa vivía solo rodeado de gatos, y que cuando decidió quitarse la vida en esa misma estancia fue devorado por sus propios gatos hambrientos y abandonados.

El caos comienza a desatarse, cuando en el estudio se recibe una llamada de un telespectador al que le había parecido ver una "extraña figura humana". De repente en la casa, en los cuerpos de las niñas comienzan a aparecer como de la nada lo que parecen arañazos de gatos mientras que de sus bocas salen ensordecedores gritos y extrañas voces. Todo el equipo sale aterrado de la casa, salvo la reportera que en un alarde de valentía sigue a una de las pequeñas hasta el sótano.



El aparente estado en que quedó una de las pequeñas


Mientras tanto en el estudio los supuestos parapsicólogos comienzan a teorizar sobre lo que está pasando: debido a la retransmisión en vivo en una casa "embrujada" y a las energías que manan del pánico de los reporteros y el de las cientos de personas que están viendo la televisión se está produciendo una especie de "sesión espiritista masiva" que está originando todos los sucesos que están aconteciendo.


La reportera Greene localiza por fin a la pequeña dentro de un armario en en sótano, y cuando parece que está más calmada, la puerta de la estancia se cierra de un portazo mientras Sarah gritando y visiblemente asustada intenta abrirla. La emisión en la casa se corta ahí.


En el estudio también comienzan a suceder extraños fenómenos: de repente un fuerte viento invade el estudio y se empiezan a oir maullidos de gatos, para segundos después quedarse a oscuras. Cuando Parkinson parece recuperar la calma, se ve poseído por el extraño ser origen de todos los sucesos, y comienza a maullar y a entonar una cancion infantil. Fin de la retransmisión.


No importó el hecho de que este programa se retransmitiera un 31 de Octubre, noche de Halloween, ni que terminara justo a la hora prevista de finalización, ni que tras ese asombroso final aparecieran los títulos de crédito. Ni siquiera que, como ocurrió con la retransmisión radiofónica de Orson Wells se avisara tanto al inicio como al final de que se trataba de una recreación ficticia. Las líneas telefónicas de la BBC y de la policía estuvieron colapsadas durante horas aquella noche. Y al día siguiente en toda la prensa escrita se hablaba de la "irresponsabilidad de la cadena", llegando el programa incluso a ser demandado porque aparentemente fue la causa de que un menor decidiera suicidarse aquella misma noche.


Incluso hay un estudio que asegura que fueron muchos los niños que llegaron a sufrir estrés postraumático después de ver el programa, síntoma este que solo se había detectado en ex combatientes de guerra.

La principal conclusión que saco de todo esto no es otra que el ilimitado poder de los medios de comunicación y el increíble estómago que tenemos la mayoría de los espectadores que somos capaces de traganos como cierto cualquier cosa que nos echen, sin ni siquiera plantearnos el cuestionarnos lo que estamos viendo, oyendo o leyendo. Sólo con que aparezca en un informativo o esté endulzado con lo que a simple vista parece creíble o verdadero (léase un "reputado" medio o un "serio comunicador"), es suficiente para asimilarlo como real.
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Este es Orson Welles, señoras y señores, fuera de personaje para asegurarles que La guerra de los mundos no es otra cosa que la diversión de un día libre que pretendía ser. Es la forma radial del Mercury Theatre de cubrirse con una sábana y aparecer detrás de un arbusto gritando ¡buu! [...] hicimos lo mejor que pudimos: aniquilamos el mundo delante de sus oídos, y destruimos la CBS. Se alegrarán ustedes, espero, de enterarse que en realidad no lo hicimos, y que ambas instituciones siguen con sus negocios. De manera que adiós a todos y por favor recuerden mañana la terrible lección de esta noche: [...] si suena su timbre y del otro lado de la puerta no hay nadie, no se trata de un marciano... sino de Halloween”.
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Así terminó Welles aquella histórica retransmisión y aun así la gente prefirió creer que nos invadían los marcianos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Niña, qué bien escribes!!! A mí me encantaría tener mi blog pero no se me ocurren temas de los que hablar y sobre todo que me salga tan bien como a ti, jeje. Un abrazo guapa.

Luis Bejarano dijo...

Muy bueno el repaso a los falsos documentales y similares. No sabía que había tantos casos como el de La Guerra de los Mundos. Me ha flipado el de los espaguetis xD
El de Operacion Lune fijo que es aquel que vimos el Félix y yo sin saber que era de coña. Ese estaba muy wapo. Lo buscaré pa bajarlo ahora que se el nombre :D

Anónimo dijo...

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